Nos alegríamos saber los impresiónes del lector de este proyecto, esperado sus sugerencias fraternales.
Lo central de la filosofía de los Andes es el saber profundo de la Madre Tierra –
la Tierra es una Madre.
Para poder entender mejor esta filosofía, hecharémos una vista a la historia de las tradiciones ancianas, donde encontramos en Egipto la Madre Divina en ISIS, la que dió la luz a HORUS; en el Budismo es la Diosa MAYA, la que dió la vida a BUDDHA;
en México la llaman “Diosa del cielo” a la que despachó QUETZALCOATL; en el Cristianismo es MARIA por la cual JESUS nació en la tierra.
Con estos ejemplos podemos comprender el concepto de la maternidad como algo sagrado, como un servicio a la humanidad. Porque sólo a través de la mujer el hombre llega a realizarse en lo Divino y en lo profundo. Por tanto la Madre Tierra PACHA MAMA no sólo nos presta su materia para nuestro cuerpo en este vida, sino también nos da todo lo que necesitamos para poder vivir y así cumplir nuestro destino.
Sin embargo el hombre de hoy con su forma de pensar y sus acciónes nos lleva a consecuencias, catástrofes como la polución de los elementos de la tierra, aire y agua. La explotación total de la tierra causa la debilitad de la Tierra y del cuerpo humano.
La polución de las aguas representa la contaminación de los sentimientos y las emociones; la contaminación del aire se manifiesta en la contaminación del pensamiento.
Pero el mayor impacto en el equilibrio de nuestro planeta lo tienen nuestras frustraciones, aflicciónes interiores, el odio, la envídia, los celos, … todos los sentimientos y todo el pensamiento negativos que llevamos adentro. Porque el lado emocional de la Tierra son las emociones de la humanidad, como la parte mental.
El único elemento que no se puede contaminar es el fuego. El fuego representa la chispa divina – el Espíritu dentro del hombre.
No importa a cuál tradición nos sentimos pertenecientes – somos todos invitados a integrar las calidades femininas, como son el equilibrio, la bondad, la hermandad, la humildad y la dedicación, para reestablecer un consciente vínculo con la Madre Tierra.